


Se dice que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, es decir, que somos la única especie que caemos varias veces en los mismos errores, nos tropezamos ante los mismos obstáculos, caemos en la misma trampa varias veces. Nuestra capacidad de aprendizaje debe limitar esas reinicidencias al máximo, pero hay personas que, ya sea por su ingenuidad, por su despiste o porque no quieren asumirlo, se tropiezan una y otra vez con una misma piedra (en un sentido metafórico).